FIAT: El Poder de la Confianza

 FIAT: El Poder de la Confianza


Fiat. Una palabra breve, pero inmensa. Significa “hágase”, y encierra en sí misma la esencia de la confianza absoluta. Es el sí incondicional, la aceptación de un camino sin certezas, pero con la seguridad de que aquello que ha de ser, será. En el colegio donde trabajo, esta palabra es más que un símbolo. Da nombre a la Virgen del Instituto Veritas, a las fiestas del colegio y a toda una filosofía educativa. Pero más allá de su significado religioso, fiat es también una actitud ante la vida. No importa si la fe se deposita en lo divino, en un propósito, en las propias capacidades o en los demás; lo que importa es la convicción de seguir adelante. Creer en algo, cualquiera que sea la naturaleza de esa creencia, es la base sobre la que se construyen el desarrollo personal y la confianza en uno mismo y en los otros.


Pero, ¿qué significa confiar en un mundo donde la confianza parece haberse convertido en un bien escaso? Vivimos en una sociedad donde creemos cada vez en menos cosas y, sobre todo, en menos personas. Nos han enseñado a cuestionarlo todo, a sospechar, a buscar dobles intenciones. La sobrecarga de información nos hace más vulnerables, nos bombardea con datos contradictorios, nos enfrenta a una constante incertidumbre en la que es difícil encontrar un punto de apoyo sólido. Nos cuesta discernir qué es cierto y qué no, quién merece nuestra confianza y quién la traicionará en cuanto nos demos la vuelta.


Frente a esto, confiar se ha vuelto casi un acto de rebeldía. Y, sin embargo, es el pilar de cualquier avance real. Pedro Poveda lo entendió a la perfección. Creer en algo cuando nadie más lo hace, sostener una idea con firmeza cuando el entorno la rechaza, es un acto de valentía. Poveda confió en su visión, en sí mismo y en su capacidad de transmitir esa confianza a los demás. No fue la seguridad de tenerlo todo claro lo que lo llevó a construir su legado, sino la fe en que su propósito era más grande que cualquier obstáculo. Y esa es la esencia de la confianza: no es la certeza absoluta, sino la determinación de seguir adelante a pesar de las incertidumbres.


En nuestro trabajo, la confianza es el eje de todo. Las familias nos confían lo más valioso que tienen: sus hijos. Nos los entregan sin garantías absolutas, sin conocer cada detalle de lo que hacemos, sin certezas de que seamos el mejor ejemplo. Pero lo hacen porque necesitan creer en que estamos a la altura de esa responsabilidad. Nuestra tarea no es solo educar, guiar o acompañar, sino construir un vínculo sólido que les haga sentir que sus hijos están en las mejores manos.


Y esa confianza no se gana con palabras, sino con hechos. No se trata de convencer con discursos, sino de demostrar con acciones diarias que estamos aquí por y para ellos. No hay títulos, reconocimientos o méritos que pesen más que la sonrisa en la cara de un niño que se siente seguro, comprendido y feliz con nosotros. Ese es el verdadero sello de nuestro trabajo. No hay galardón más grande que la certeza silenciosa de una familia que nos entrega a su hijo cada día sin temor.


Por eso, cuando la incertidumbre nos asalte, cuando dudemos de nuestro camino o sintamos el peso de la responsabilidad, recordemos el significado de fiat. Confiar no es tener todas las respuestas, sino seguir diciendo “hágase” incluso cuando el camino es incierto. Porque en esa confianza, en ese acto de entrega, es donde realmente se construyen los cambios que importan.


Fran Prieto 

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