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¿Que tendrá la mar?

  ¿Qué tiene el mar que, al mirarlo, impone y, al mismo tiempo, calma? Esa combinación tan extraña entre fuerza y serenidad me deja en silencio. Me detengo frente a él, incluso cuando lo contemplo desde el dolor, y no puedo dejar de pensar. ¿Qué me ata tanto al mar? Tal vez sea el eco de una infancia feliz en Galicia, llena de recuerdos limpios, de momentos sin grandes problemas… o con esa ignorancia bendita de quien todavía no sabe lo dura que puede volverse la vida. El mar me lleva de vuelta a esos días mejores, más simples, que regresan sin esfuerzo a mi mente cuando lo tengo delante. Siento la necesidad de estar cerca de su inmensidad, de mirar ese horizonte que me obliga a detenerme y pensar. En él encuentro la esperanza de que todo lo que estoy esperando, en algún momento, llegará. Siento una llamada profunda que empuja desde dentro, que me invita a seguir, a moverme hacia adelante, a alcanzar eso que aún no sé definir pero que siento que existe. Pero también está la o...

ADIÓS HERMANO

  Adiós, Javi. Hoy te has ido de este mundo sin ese último abrazo, sin ese último beso. Y aunque tu muerte me desgarra el alma, la verdad es que empecé a perderte hace años… cuando decidiste entregarte por completo a la Iglesia, cuando elegiste consagrar tu vida a servir a los demás. A esos otros que hoy vienen con lágrimas en los ojos, dándome el pésame, contándome lo mucho que hiciste por ellos… cosas que en algún momento también pedi que hicieras por mí. Pero no estabas. Estabas donde tú sentías que debías estar: con ellos, guiándolos, amándolos, cuidándolos. Ayer vi a los niños despedirse de ti. Vi cómo te miraban, cómo lloraban tu ausencia… y me dolió reconocer que muchos de ellos disfrutaron de tu presencia más que tus propias sobrinas. No te juzgo. Cada uno elige su camino, y los nuestros cada vez estaban más separados. Yo también te vi feliz. Te vi reír, brillar. Pero también extrañe a ese hermano que estando parecía no estar, con el que solía compartir risas un sábado ...

Tras el Apagón

Hay días en los que la realidad golpea de frente, sin avisar, y convierte los espacios que habitamos en escenarios cargados de incertidumbre. El colegio, ese lugar que se construye cada día como refugio, como espacio de desarrollo, de aprendizaje, de afectos, de rutinas, de certezas… se convierte de pronto en epicentro de un caos que nadie controla del todo. La perspectiva desde dentro, desde el aula, desde el patio, desde los pasillos, deja ver una fragilidad que no siempre nos atrevemos a mirar de frente. Los niños más pequeños, esos que apenas empiezan a entender el mundo, se deshacen entre el miedo, las preguntas sin respuesta y una tensión que no comprenden pero que sienten en el cuerpo. Y los mayores, los adolescentes, que ya han descubierto que el mundo no es un lugar del todo justo, encuentran una oportunidad para expresar su rebeldía. Una rebeldía que, en lugar de ser guiada, orientada, comprendida, a menudo se siente  como un problema, como una molestia, o como un desafío...

Tradiciones, raíces y el peso de no pertenecer

  Tradiciones, raíces y el peso de no pertenecer Hay lugares donde las tradiciones no se eligen. Simplemente se heredan. En muchos pueblos, donde el tiempo parece haberse detenido y la vida gira en torno a lo mismo cada año, las costumbres no son solo parte del calendario: son parte de la identidad colectiva. Se transmiten de padres a hijos como quien entrega una promesa, o una carga. Y en esos entornos, no hay mucho más que eso. Las cosas se hacen “porque siempre se han hecho así”. Lo que fue de tus abuelos, debe ser tuyo. Lo que tus padres celebraron, debes repetirlo tú. Lo contrario es desobediencia, deslealtad, incluso una falta. Pero, ¿qué pasa cuando no lo sientes? ¿Qué ocurre cuando esas raíces no echan brotes en ti? ¿Qué sucede si no te reconoces en las formas, en los símbolos, en las palabras que otros pronuncian con fervor? A veces, crecer rodeado de tradiciones puede ser como crecer en una maceta demasiado pequeña: aprendes a enredarte contigo mismo para no estorbar. ...

FIAT: El Poder de la Confianza

  FIAT: El Poder de la Confianza Fiat. Una palabra breve, pero inmensa. Significa “hágase”, y encierra en sí misma la esencia de la confianza absoluta. Es el sí incondicional, la aceptación de un camino sin certezas, pero con la seguridad de que aquello que ha de ser, será. En el colegio donde trabajo, esta palabra es más que un símbolo. Da nombre a la Virgen del Instituto Veritas, a las fiestas del colegio y a toda una filosofía educativa. Pero más allá de su significado religioso, fiat es también una actitud ante la vida. No importa si la fe se deposita en lo divino, en un propósito, en las propias capacidades o en los demás; lo que importa es la convicción de seguir adelante. Creer en algo, cualquiera que sea la naturaleza de esa creencia, es la base sobre la que se construyen el desarrollo personal y la confianza en uno mismo y en los otros. Pero, ¿qué significa confiar en un mundo donde la confianza parece haberse convertido en un bien escaso? Vivimos en una sociedad donde...

Ser Padre, el Reto y la Recompensa de una Vida

Ser Padre, el Reto y la Recompensa de una Vida El día más duro de mi vida se convirtió, sin duda, en el más bonito. Ver sufrir a la persona con la que decidí formar una familia, sentir su dolor y no poder hacer nada para aliviarlo, fue una prueba de fuego. Pero, al final de ese proceso, cuando sostuve por primera vez a mi hija en brazos, entendí que mi vida acababa de cambiar para siempre. De repente, tenía en mis manos a un ser indefenso, alguien a quien debía proteger, cuidar y amar incondicionalmente el resto de mis días. Y da igual cuántas veces seas padre, el amor no se divide, se multiplica. Cada hijo es único, pero el sentimiento es inabarcable, inconmensurable. Descubres que dejas de ser lo importante, que todas tus prioridades se transforman para girar en torno a ellas. Todo lo que eras hasta ese momento pasa a un segundo plano porque su bienestar, su felicidad y su futuro son ahora lo que realmente cuenta. El sacrificio invisible: tiempo, trabajo y dudas Ser padre imp...